domingo, octubre 23, 2005

Chau 2005. Hola 2006.

El 'fin de año' (por lo menos para mí) no es un minuto entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, es más, suelo estar a 15 de enero y todavía no caigo que cambió de año y, lo que pasa (para mí por lo menos) es que el cambio de año es un ritual lento que se empieza a dar más o menos desde esta época.

Ahora paso a describirles los síntomas en orden cronológico de aparición. Primero empiza a subir el calor, despacito, todos empezamos a usar remera y a no poder caminar más de tres cuadras sin transpirar horriblemente (al principio nos quejamos, después terminamos por resignarnos y ver que así será por los siguientes meses). Después, sin dejar pasar mucho tiempo, los primermos negocios empiezan a mostrar carteles enormes (y sin ninguna gracia) que nos infroman muy gentilemente que ya tienen las nuevas AGENDAS 2006 (no sé quien comprará una agenda para el año entrante a mediados de septiembre pero buen). En los primeros días de este síntoma se ve en muy pocas librerías, pero a medida que se acerca diciembre parece una epidemia que está en todas partes.
Luego, claro, vienen los examenes/segundos parciales/segundas entregas. Estres... mucho estres y de golpe... NADA.... Terminaste. No lo podes creer. Quizás te quedó algún final (o alguna materia en diciembre), pero ya no es lo mismo. Te sentís como flotando. Y ahí es diciembre para cuando te diste cuenta, y vienen las fiestas (que en mi casa son motivo de depresión... no me pregunten por qué). Y pasan las fiestas, pero todavía no es 2006, es sólo enero, y recién es 2006 cuando ya terminó ese mes (que por alguna razón parece ser el mes más largo de todos).

En fin... así que yo me adelanto y ya voy despidiendo el 2005... (jaja, este post quedó casi melancólico, pero no sé bien por qué. Supongo que las despedidas son siempre tristes aunque sea despedida sólo de un año!)