Virtudes

En mi familia no todos tenemos las mismas virtudes, en la cocina (por ejemplo) también es así. A mi mamá no le gusta cocinar, pero si se apega a la receta (muy minuciosamente) le quedan cosas riquísimas, a mi abuela le costó años perfeccionar su esitlo pero ahora hace la mejor pizza que comí en mi vida, mi hermana cocina unos postres increíbles, y yo me negué toda la vida pero hace poco descubrí que me encanta cocinar comida salada (y a mí me gusta como queda, y la gente dice que es rico, pero obvio, que me van a decir? 'che qué feo te quedó esto?!?!'? Nah...). El tema es que acá la que no tiene ninguna virtud (ni siquiera adquerida) es mi hermanita más chiquita. Hoy decidió cocinar unos chipás (o como se escriba, pancitos de queso), de esos cuya masa viene pre-hecha (masa Blancaflor, conocen?) y hasta les agregó queso de verdad (para que queden más ricos).

Romper huevos (en todo sentido). Poner cosito Blancaflor. Poner queso. Poner agua. Meter en horno caliente. Esperar. Retirar del horno. Probar (y bien que probó toda la familia). Qué asco! De goma eran. Sepan perdonar pero no hay forma más linda de decirlo: todavía sigo repitiendo esas cosas que comí (porque son COSAS de verdad, no era comida, se parecían más a las pelotitas rebotinas).

Sólo a mi me pasa esto el día antes de Pascua...