Mi primer San Patricio...

Acá les contaré la historia de una joven niñita que asistió, por primera vez en su vida, a una fiesta de San Patricio. Se... aunque sé que es lamentable, nunca en mi vida había ido a 'San Patricio' (o, propiamente dicho, a The Kilkenny en el día de San Patricio o como a ustedes les guste, yo nunca había festejado el 17 de marzo!) hasta, que, este año, una amiga de 'ascendencia irlandesa' (mentiiira, un chozno-abuelo o algo así suyo había sido irlandés) me dijo que ella iba TODOS los años y bueno, que la acompañara. Como yo, la verdad, no tenía mucho para hacer, le dije que sí. Me pasó a buscar (con su hermana) tipo 10.30 por casa y a eso de las 11 pm estabamos por Marcelo T. y Florida, buscando cerveza. Como la festichola esta es más que concurrida, no quedaba ni una humilde botellita de cerveza para nosotras tres (y creánme que caminamos MUCHO, sobre calle, vereda y vidrio). Así que por ese lado la fiesta fue un desastre. Además estuvimos alrededor de 20 minutos buscando a unas primas de mi amiga y, cuando aparecieron, resultaron ser dos nuevas personas (en realidad tres, porque venían con un amigo) y yo que pensaba 'esta es una reunión familiar, por qué estoy acá?' (si... soy pésima para las situaciones sociales de ese tipo). Bue... nos quedamos con esta gente hasta alrededor de la 1/1.30 am que empezó a llover (y en el mismo momento empezó la odiesa de la vuelta, y si, Ulises, lo tuyo no fue anda!). Como sabrán empezo un aguacero (con todas las letras). Unos gotones enormes, así que, inevitablemente mi amiga, su hermana y yo, nos empapamos para llegar a la parada del colectivo (sitio que estaba repleto de gente). Pero el problema entonces no fue que no había lugar abajo del techito, o que estabamos mojadas a más no poder, el problema fue que los colectivos (con gente metida como en latas de atún) no paraban porque ya no entraban, físicamente, más cuerpos ahí adentro!! Entonces decidios volvernos en taxi pero, como eramos sólo tres (y no teníamos mucho presupuesto) empezamos a buscar alguna otra persona (o dos) que fueran para el mismo lado que nosotras. Encontramos dos muchachos que nos venían 'como anillo al dedo'! Estabamos felices!!! Claro, hasta que vimos que los taxis TAMPOCO paraban (tan es así que uno de nuestros 'nuevos amigos' golpeó a uno que decia LIBRE y casi terminan a la piñas con el taxista). Así aguantamos una media hora (yo que de a ratos me sacaba totalmente y empezaba a gritar por la calle a cuanto autos pasaba para que pare) hasta que, muy racionalmente, decidimos caminar a un lugar 'más despoblado'. Y caminamos, y caminamos, y caminamos... hasta que se hicieron como las 2.20 de la madrugada (hasta llegar más o menos a la 9 de Julio y Santa Fe) donde decidimos separarnos (porque ningún taxi nos quería subir de a CINCO!) y volver a nuestras casa. Resumen de cuentas: le agradezco al Cielo no habrme enfermado. Me divertí muchísimo (por por lo incidentes que ocurrieron, jaja) pero no fue una noche para cualquier tipo de personas (conozco mucha gente que se hubiera puesto del peor humor en esa situación). El año que viene habrá que ir al segundo San Patricio y, si no llueve, dar una verdadera opinión de la fiesta...